El título de la entrada hace referencia a esto.
Pese a que estéticamente es un nombre muy apropiado para este fenómeno, lo que aparece en la imagen no es un arcoiris, y mucho menos hay fuego involucrado en su formación. En realidad,se llaman arcos circumhorizontales un nombre mucho más romántico que irradia poesía. Por desgracia, es un espectáculo difícil de observar, ya que se necesitan unas condiciones meteorológicas muy concretas para que ocurra.
En primer lugar, se necesita la presencia de cirros, nubes altas que contienen cristales hielo,pero no vale cualquier tipo de cristal: deben tener forma aplanada y hexagonal.
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Sólo uno de los 35 tipos de cristales de hielo nos vale pero, además, el sol tiene alzarse unos 58º por encima del horizonte para que la luz llegue en el ángulo adecuado. Esto significa que en latitudes extremas no podrá observarse el fenómeno, ya que el sol nunca llega a estar tan alto en el cielo.
Y, por si eso no fuera suficiente, los cristales tienen que estar dispuestos horizontalmente para que los rayos solares puedan entrar en su interior en el ángulo correcto, de manera que actúen como un prisma, y la luz que lo atraviesa se descomponga en los colores primarios.
La diferencia entre este fenómeno y un arcoiris normal es que, mientras las gotas de agua de la lluvia que generan un arcoiris dispersan los rayos de sol descompuestos en todas las direcciones,los cristales de hielo hexagonales dirigen la luz una dirección concreta.
No hay mucho más que explicar sobre este fenómeno, así que dejamos algunas imágenes para vuestro disfrute.
Crédito: Dehk.
Fuente: GoogleEarthPics.
La aerolínea a la que pertenezca el avión de esta foto tiene en sus manos
la mejor campaña publicitaria de la historia.
